El mes del vacio. Diciembre 09 (Finalizado)


Las fiestas son un tiempo especial, durante el cual se pone mucho amor y buenos deseos por ello el día 31 de Diciembre 12:00 am, despediremos el ciclo 2009 con un círculo de meditación en la Luz. (libre y gratuito)

Este mes de Diciembre nos dedicaremos a vaciarnos de todo contenido sin ofrecer ninguna actividad mas que nuestras clases habituales de yoga para recibir un nuevo año .

Todo lo que no utilices como ropa, juguetes, útiles escolares o lo que veas conveniente será bienvenido en nuestra sala durante todo el mes y antes del horario de inicio de clases, para ser entregado a quien sí los necesite.

Lo importante no son los regalos sino lo que se esconde detrás de ellos: el espíritu de dar no sólo ese día sino a cada momento ya que no está mal “querer” cosas pero la clave, al igual que con la mayoría de las cosas, está en la moderación y en apreciar realmente lo que se recibe.

Vaciate y ayuda ayudándote.

La belleza del vacío
Se trataba de un maestro que parecía obsesionado con una sola idea. Cada vez que tenía contacto con sus alumnos, les repetía la misma palabra:
-Vaciaos, vaciaos.
Tanto insistía el maestro con esta cuestión, que sus alumnos comenzaron, secretamente, a cuestionar esta enseñanza. No veían en ella ningún sentido. Un día, respetuosamente, le dijeron:
-Maestro, no queremos poner en duda tus enseñanzas, pero...¿podrías decirnos por qué pones tanto énfasis en que nos vaciemos?
-Cuestionar para aprender e investigar es una buena práctica. Pero no puedo responderos con una respuesta llana a vuestra pregunta. Pero les solicito que mañana os reunáis conmigo , trayendo cada uno un vaso repleto de agua.
Los discípulos, asombrados e incluso un poco incrédulos, siguieron las instrucciones.
-Ahora vais a hacer algo muy simple. Golpead el vaso con las cucharas. Quiero escuchar el sonido que producen. Los alumnos golpearon los vasos. No brotó más que un sonido sordo, apagado, sin gracia. Entonces el maestro ordenó:
-Ahora, vaciad los vasos y golpeadlos nuevamente.
Así lo hicieron los monjes. Una vez que los vasos estuvieron vacíos, volvieron a golpearlos con las cucharas. Surgió un sonido intenso, vivo, sin dudas más musical.
Los monjes intuían la enseñanza:
-Así como un vaso lleno no emite sonidos agradables, con una mente atiborrada de conocimientos o contenidos, difícilmente llegaremos a lo esencial del ser.

Fuente: extractos de "Cuentos Tibetanos" recop. de Yosano Sim y Pedro Palao Pons